Mírame,
aunque no te hable te sonrío,
aunque no te digo yo te aviso,
si me das oportunidad, si acaso me voy hasta un abismo...
por ti.
Si alguna vez no te sonrío,
si alguna vez no te aviso,
si alguna vez no me fuera a un abismo... por ti;
que sepas que entonces,
en ese caso entonces, sigue mirando,
porque es cuando necesitaré un tortazo,
un recuento, un golpazo,
para que vuelva en mí.
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